procesamiento de alimentos

El procesamiento de alimentos tiene una amplia gama de aplicaciones, que incluyen el procesamiento de materias primas, el procesamiento de productos terminados, la cocción y la fritura. Los contaminantes generados a partir de estas aplicaciones pueden ser perjudiciales para los entornos circundantes, ya sea en interiores o al aire libre, o en ambos, lo que causará un riesgo de seguridad para las fábricas y los empleados.

Los contaminantes en el procesamiento de alimentos se pueden clasificar principalmente en dos tipos: polvo proveniente de la manipulación de materiales secos a granel o descargas húmedas como grasa o humo de la cocción.

   Los polvos secos varían de partículas gruesas a finas. Los contaminantes se generan en el producto que se transporta o se carga con volúmenes de desplazamiento que contienen polvo en el aire, como en los sitios de embolsado o descarga. El tamaño, proceso, velocidad y características del material afectarán las propiedades del polvo y la tasa de generación. En algunas condiciones, el polvo creado puede ser aglomerado, higroscópico, inflamable o explosivo.

   Las emisiones de cocción pueden ser grasas creadas en el proceso de fritura, humo proveniente de la combustión o la cocción de combustibles sólidos, o ambos. Debido al calor y los compuestos orgánicos existentes, la propiedad química de los contaminantes puede ser más complicada. La grasa es generalmente de un tamaño más grande (> 1 µm) y consiste en materiales de procesamiento como el aceite y los ingredientes que se cocinan. La grasa también puede ser un peligro de incendio cuando se recolecta.

   Los contaminantes del smog son submicroelectrónicos (<1µm1m) y podrían consistir en combustibles sólidos, ingredientes del proceso u otros contaminantes. El uso de combustibles sólidos como la madera para cocinar también puede incluir la creosota como contaminante. El olor liberado en forma de gas durante la cocción también puede ser una preocupación para las instalaciones y los ambientes.